Musicoterapia para personas con diversidad funcional
La Musicoterapia es una herramienta excepcional para trabajar con personas que presentan diversidades funcionales físicas o psíquicas, ya que el uso de la música y actividades relacionadas con ésta (cantar, tocar instrumentos, bailar, escuchar…) es para ellos una vía fundamental en su comunicación, expresión, socialización y mejora del estado anímico.
Son muchos los objetivos que se pueden conseguir y los beneficios que les puede ofrecer a nivel cognitivo, físico y socioemocional la terapia musical: la escucha y reproducción de sonidos musicales, la interiorización del ritmo, el compás y la melodía, inciden en las capacidades físicas y psicológicas de las personas. Así, mejoran su respuesta corporal y la motricidad. Además, la música desbloquea miedos y mitiga la ansiedad, favorece el desarrollo de las funciones comunicativas y del lenguaje, satisface las necesidades de ocio y evasión y constituye un canal alternativo para transmitir nuestros sentimientos.
Es innegable, por tanto, las cualidades terapéuticas que tiene la música. Empleada por una persona cualificada y con un buen trabajo realizado en este caso por el musicoterapeuta, se pueden conseguir resultados óptimos en personas con necesidades especiales.
¿CUÁLES SON LOS OBJETIVOS A TRABAJAR?
Al igual que ocurre en la implementación de cualquier tipo de terapia, para marcar unos objetivos terapéuticos concretos a la hora de desarrollar un programa de Musicoterapia es necesario conocer las características del usuario o grupo de usuarios con los que se va a llevar a cabo. Sin embargo, podemos definir algunos objetivos terapéuticos sobre los que la Musicoterapia incide en el caso de personas con diversidad funcional. Son los siguientes:
- Favorecer los canales de comunicación verbal y no verbal, fomentando así la mejora de las relaciones sociales.
- Fomentar el desarrollo de las capacidades intelectivas tales como: la imaginación, la creatividad, la fantasía, la memoria, la concentración y la atención.
- Propiciar el desarrollo de las funciones ejecutivas: planificación, anticipación, inhibición, flexibilidad cognitiva.
- Favorecer la conexión e interacción con el entorno que le rodea a partir de experiencias sensorio-motrices mediante el desarrollo de vivencias musicales enriquecedoras.
- Desarrollar la capacidad de observación, imitación y comprensión.
- Liberar energía y sentimientos reprimidos.
- Reforzar la motivación y autoestima.
- Favorecer los movimientos de marcha, ritmo, equilibrio, lateralidad, coordinación, así como el esquema corporal y la organización espacio-temporal.
- Desarrollar la motricidad fina a través de la exploración de diversos instrumentos musicales.